domingo, octubre 15, 2006

A PASSEGAR PER LA MUNTANYA
La idea, el concepto, el fundamento era ese, un dia de paseo por las montañas fuera de Barcelona. La experiencia en el asunto, Nula. El amigo de una amiga de una amiga se supone que habia alguna vez viajado a esa zona de excursión. Tan solo ibamos acompañados de ansiedad y ganas de realizar esta aventura nueva para tipos como nosotros. Tres personas que nunca antes habian pisado ni visto en fotos el lugar, dos chicas de Austria y yo, un perfecto desconocido de todo tipo de territorio que no tenga la estampa de Chile en él. Al igual que la mayoria de las decisiones importantes nos lanzamos casi a ojos cerrados hacia nuestro objetivo.
El primer tropezón de este intento desesperado de viajar llego en la boleteria, al parecer (digo al parecer, porque si habia alguien perdido, ese era yo) nos habian dado mal el dato, que el lugar no era el mismo, que no se llegaba de la manera en que pensabamos... todo indicaba que en el folleto el asunto se veia mas facil y mas lindo de lo semejaba.
Finalmente abordamos con mas dudas que certezas un tren que nos llevaria no se donde, lugar en el cual debiamos preguntar a no se quien, para saber quien sabe a que parte. Y es que me dormi gran parte del viaje... muchos detalles de esta parte no puedo dar.. si decir que tuve un sueño entretenido.. creo.
Las chicas, Sabine y Christina, no habian desperdiciado el tiempo como yo, y habian conocido un tipo hablando en ingles (sin saber que el tipo era en realidad un español, un galan!!!), el personaje este muy buena onda, habia marchado de excursion hacia uno de los supuestos sitios que queriamos conocer, y de muy buena manera nos indico y ayudó (en realidad casi nos va a dejar de la mano al lugar mismo) a ubicarnos.
Ahora todo quedaba en nuestras manos.... la idea era recorrer en casi 5 horas un trayecto de excursion a través del Parc Natural Montseny, que se encuentra en el sector de Aiguafreda y Centelles (creo). El camino en un principio bastante empinado resultaba agobiante, el calor nos hacia una compañia bastante presente y el agua refrescaba en lo posible nuestras gargantas. Luego de almorzar sus buenos bocadillos comenzamos a enderezar nuestro camino y de cierta forma a ubicar mediante un mapa ,que mas parecia un dibujo de un niño, el lugar hacia donde nos dirigiamos.
Tras caminar casi 4 horas finalmente ubicamos un lugar llamado El Belleti (asi se escribia?) que es un restaurante sobre una cima... bastante atipico y llamativo por sobre todo. Muchos autos habian alli, el lugar constaba con una priveligida vista panoramica que disfrutamos embobados mucho rato.
Al reanudar el camino, luego de una hora quizas menos de trayecto, topamos con lo que seria nuestro destino final. El Collec de San Marti, se levantaba frente a nosotros esplendorosamente. Se trata de una derruida iglesia, que mas bien parece castillo que se haya en la cima de un cerro y que posee la mas hermosa vista de las ciudades aledañas de Barcelona que puedes obtener.
Maravillados con el espectaculo decidimos frenar la travesia y escoger aquel bello sitio como lugar para descansar y reposar nuestros cuerpos.
Volvimos a comer e ilusamente nos imaginamos lo que seria una grata noche.
Provistos de una super mega plastico de Christina arrimamos lo que seria nuestra morada, sin pensar en la enorme ola helada que llegaria a caer sobre nosotros en la noche.
Ni la Cerveza, ni la Sangria, ni el vanagloriado Pisco pudieron aplacar aquel gelido sentimiento. Cosa que si bien yo sufri, mis amigas europeas terminaron casi congeladas con el fenomeno climatico. Increiblemente aca la gente en Europa pasa mas frio con mas facilidad, sin embargo se presentan bastante preparados para ese hecho.
La conclusion, una noche horrible para muchos, con muy pocos momentos ciertos de sueño. A mi me dejo un malestar en la espalda que ni el mas violento masaje en la espalda a podido aplacar. El ver salir el sol en la mañana fue algo magistral que dejo en el olvido el frio y los malestares. Sin embargo la experiencia del viaje y mas aun la vuelta que en un principio parecia facil, fue genial.
Ya devolviendonos en busca de la estacion de tren, una mala toma de decisiones, nos dejo en un pueblo mas bien abandonado, sin nadie a quien consultar donde estabamos y postrados al lado de una carretera que de tren tenia muy poco. La solidaridad de un caballero de la estacion de bencina nos trajo de vuelta a la realidad y sobre todo a la estacion de tren, en la cual logramos tomar el primer tren y regresar a casa.
Con una enorme sonrisa en el rostro, un dolor de espalda interminable y un olor mas bien tipico de excursionista regrese a Barcelona. Esperando volver a repetir la experiencia y aprender de lo ocurrido...
SALUDOS A TODOS
besho
PABLO