DEBATE

Cuándo lavar una polera

Este es un clásico problema de optimización. ¿Cuándo está una polera lo suficientemente sucia para echarla a la lavadora? La respuesta no es fácil. Ningún extremo es bueno. No lavarla nunca implica tener una polera sucia, hedionda, repulsiva; lavarla con mucha frecuencia significa una polera con una fecha de defunción temprana: el material se va resintiendo de tantos lavados y lavados, por lo cual hay que evitar someterla a los rigores de una lavadora si no es realmente necesario. Y he ahí el problema: ¿Cuál es el punto de suciedad en una polera donde es realmente necesario lavarla?Existen muchas teorías al respecto, y de distintos grupos de pensamiento. Existen dos grupos antagónicos: los positivistas y los auto-flagelantes, y dentro de cada uno distintas tendencias.
Los positivistas tienen como premisa el alargar el periodo entre lavados lo más posible. Por lo general son personas pragmáticas, intuitivos, perceptivos y, la verdad sea dicha, con pocas poleras. Los auto-flagelantes por lo general no escatiman en gastos al lavar sus poleras cuando lo estiman conveniente. Son tipos que reconocidamente se interesan en cómo se visten, emocionales, calificadores, y más extrovertidos que introvertidos.

Los positivistas
La tendencia de mayor influencia al interior de los positivistas, son los "Dermatólogos". La teoría más clásica de los Dermatólogos es la de "si no rasca-para qué lavarla". Son creyentes absolutos de que los lavados terminan destruyendo la tela de sus poleras favoritas, y creen que por mientras la suciedad no les provoque picazón, no hay necesidad de mandarlas a sufrir a la lavadora. Ellos se consideran a sí mismos los más pragmáticos, ya que, según dicen, no les interesa lo que opine la demás gente, y sólo se mueven en función de la higiene.
De cercana tendencia, pero más moderados, se encuentran los "Escobilla". A ellos sí les interesa cómo se ven sus poleras, y guardan que no sean vistos en público con una polera que denote algún tipo de suciedad. Pero tampoco son fanáticos del lavado, ya que comparten con los Dermatólogos el que lavados muy frecuentes terminan destruyendo las poleras. Su postulado es simple: si una polera tiene mugre, en lo posible intenta sacársela con una escobilla, y sólo en última instancia, échala a la lavadora.
Luego están las tendencias más radicales, entre ellos los "Constitucionalistas". Ellos dicen que la suciedad en las poleras es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Su teoría es que hasta que no sufras una enfermedad importante, o sufras cualquier perjuicio directo por culpa de éstas, no hay necesidad de lavar tus poleras. Los menos marginales se echan desodorante en spray encima de la polera.

Los auto-flagelantes
Al otro lado del río, se encuentran los autoflagelantes. La tendencia más importante al interior de este grupo son los "Dimensionistas". Para ellos todas las variables influyen: higiene, olor y vestir de forma "decente", e incluso toman prestada la bandera de lucha de los positivistas: en lo posible, intentar lavar las poleras no demasiado frecuentemente. Teniendo todo esto en cuenta, y otros factores, los dimensionistas han elaborado una tabla en donde recomiendan cada cuánto lavar una polera según que caso.Menos flexibles, están los "Ortodoxos". Para ellos por sobre todo está la limpieza: una polera está para un día, y luego de usarla, sin pensarlo, a la lavadora. Así de simple. Entre sus prioridades no está la longevidad de sus poleras.
En el ala extremista, su mayor representación se encuentra en los "Pulquérrimos", quienes desestiman la creencia de que las poleras al ser lavadas van perdiendo calidad, tanto en la tela como en los estampados de ésta. Sus adversarios los catalogan de inconcientes y descriteriados, ya que pueden llegar a ocupar incluso 3 poleras distintas el mismo día sin inmutarse, para luego enviarlas a lavar sin perjuicio de cuán poco las hayan usado.
Y tú, ¿cuándo lavas tu polera?....